Lejos estaban
de imaginar aquellos “locos con suerte”, como los llamó su padre, que años más
tarde el muchacho se convertiría en una personalidad de la cultura cubana.
COMO ARRULLO DE PALMAS
“Integro
el coro
y la banda rítmica del colegio La Salle y al transitar por el séptimo
grado, en la secundaria básica Bartolomé Masó Márquez, un grupo de jóvenes del centro lo capta, con la misión de crear
un grupo musical.
“Por ese
entonces Pedrito Rivero, cantante de la Original, ya fallecido, a quien
nombraban mi descubridor, logró que tocara de oídas un tema de la Aragón, de
moda en ese tiempo, titulado Me voy para la luna, y me aceptaron.
“De esta
manera se iniciaba en 1961 el conjunto Los Traviesos, con descargas dominicales
en la casa de Miguel Armesto, tocábamos instrumentales y temas tradicionales,
hasta que dos años después decidimos formar una orquesta con formato de
charanga francesa: violines, flauta, pailas, güiro, tumbadoras, piano, bajo y
cantantes.
“Desde el
comienzo se hablaba de la ‘Típica Pachi’, era el encargado de armar el
repertorio y los arreglos con los hits parade
de la Aragón, llegó el momento de
profesionalizarla y decidimos nombrarla orquesta Original, pues al no tener
violinistas, el sonido de esos instrumentos los suplía, de manera especial, un
acordeón”.
COMENZÓ LA FIESTA
“Debutamos
el 21 de diciembre de 1963, en el centro Yates y Pesca, hoy Complejo Costa Azul,
en Manzanillo, tenía 14 años de edad y abría sus puertas la Escuela Nacional de
Arte, que me hubiera gustado cursar, pero debido a la responsabilidad frente al
colectivo, abandoné la idea”.
LLEGARON LOS SONEROS
“En 1964,
nos presentamos en el carnaval de Las Tunas, los carros en que viajábamos tenían
un cartelito que decía Orquesta Original, una curiosa con determinada duda preguntó:
-¿Original
de dónde?
“Y casi
al unísono respondimos: de Manzanillo, incidente que nos completó el apellido”.
TRAIGO LA ÚLTIMA
“Al
celebrarse el Primer festival del creador musical en el Oriente cubano, estaba
asegurada la participación de algunos connotados directores: Osmundo Calzado,
Rafael Urfé, Daniel Guzmán y solicitaron otro para completar la plantilla.
“El
maestro bayamés Salvador Alarcón, también en aquella nómina, pensó en mí y
comencé a orquestar para grandes agrupaciones musicales”.
YO VENGO DE ALLÁ LEJOS
“Durante
el carnaval de Yara 1964, conocí a Rafael Lay Apesteguía, máxima autoridad de la
Aragón en aquel momento, alternábamos en
esos festejos populares y se solidarizó tanto con la sonoridad nuestra que
viajaba una vez al mes desde La Habana a la Ciudad del Golfo, para asesorarnos
integralmente.
“En cada
encuentro ofrecía consejos sobre el rigor artístico, otros relacionados con el
sistema de cooperativas para el pago de los músicos, el repertorio… líneas de
trabajo mantenidas en la trayectoria
artística.
“Continuamos
con el proyecto, como se dice ahora, hasta que en 1965 me designan,
oficialmente, director de los originales.
“Otro
de mis grandes amigos es Frank
Fernández, recuerdo que íbamos bastante a Mayarí, allí había una casa en la que
se respiraba música por todos lados: conversaban mucho de ese gran pianista
oriundo de la zona y cuando él llegaba, entonces le hablaban de mí, así nos
conocimos.
“El
destino originó un encuentro fortuito con el Maestro, andaba de recorrido por zonas
montañosas de la región, con un grupo de jóvenes trovadores y encontrándome en la Dirección de Cultura en
Manzanillo, me percato de que varias personas se bajan de un carro y lo distingo:
-Tú eres
Frank. Dije, y me respondió en el mismo tono:
-Y tú
eres Pachi.
“A partir
de ahí iniciamos una amistad que ha perdurado con respeto, cariño mutuo, necesidad
de escucharnos y querernos siempre, tan así es que el mayor regalo en mis 70 cumpleaños, el pasado 3 de junio, fue su
presencia.
“Allí
estaba con la amplia sonrisa y el abrazo sincero, juntos descargamos
musicalmente por el afecto”.
EL TIEMPO Y YO
“La
música es arte, también un trabajo que trato de mantener con salud, toda esta etapa la he pasado sobre ruedas repartiendo
espiritualidad y alegría, de un lugar a otro del país, sin desatender la
familia, que es lo primero, como me enseñaron mis padres.
“La rama de
ese tronco la integran mi esposa, cinco
hijos, cuatro hembras y un varón, Alexei Naranjo Fernández, a quien también le dicen Pachy, director y
arreglista del grupo El niño y la verdad, y por si fuera poco, siete nietos,
una hermana y dos sobrinos.
SOY CUBANO, SOY DE ORIENTE
“Desde mi
trabajo defiendo lo más autóctono del terruño, la memoria sonora de la cuenca
del Cauto, lo genuinamente cubano, el sonido del órgano y otros elementos que
conforman nuestro sello distintivo.
“El
desafío principal es hacer música con rigor artístico, porque la Original honra
al pentagrama y a las tradiciones, por eso la reconocen entre las más populares
del país y como patrimonio de la región”.
Con la
sencillez que le caracteriza, nos despedimos, seguros de encontrarnos en cualquier plaza, junto a cientos de bailadores disfrutando música de
la buena.
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