Una mirada que te acerca al mundo de los escritores y artistas de la provincia de Granma, Cuba.

sábado, 25 de noviembre de 2017

Exsulten, música antigua en Bayamo


Faltan apenas dos días para que Exsulten, el único conjunto de música antigua del Oriente de Cuba, celebre por estos días su primer aniversario de vida artística con la pretensión de rescatar un espacio social para el género en ese o territorial de la Isla y resaltar la cubanía en las composiciones musicales, especialmente las  religiosas, a la manera del maestro Esteban Salas. 
La agrupación, que  fusiona varias familias de instrumentos de cuerdas, de viento, de percusión con voces,  ha recibido el reconocimiento de prestigiosos musicólogos, críticos y la admiración de sus homólogos de Ars Longa, el conjunto de música antigua más longevo del país.
Fundada en Bayamo,  municipio capital de la suroriental provincia de Granma, el 27 de noviembre de 2007, por la oboísta Yanexi Arjona Cisneros defiende lo mejor de las tradiciones musicales del género, con temas del pentagrama  latinoamericano y  desde el barroco español hasta el barroco americano, incluyendo a Gaspar Fernández y a Juan París, entre otros.
Exsulten ha participado con éxito en Festivales de Música Antigua, al estilo de las Jornadas de Concierto Septiembre Barroco, además del Festival Internacional Esteban Salas, por citar algunos, en los que ha sobresalido el favor del público y de la crítica a nivel nacional.

jueves, 23 de noviembre de 2017

El ritual de las cabezas perpetuas



El ritual de las cabezas perpetuas, Premio Iberoamericano Verbum de Novela 2016, obra del joven bayamés Evelio Traba Fonseca, será publicada en 2018 por la Editorial La Luz, de la Asociación Hermanos Saíz.

Luis Yuseff, director de la  casa editora de la cercana provincia de Holguín, dio a conocer la noticia, luego de discutir en Bayamo, capital de Granma, el plan editorial para el  año venidero, con funcionarios del Instituto Cubano del Libro. Esta es la tercera novela escrita por Traba Fonseca (Bayamo, 1985) y se aleja de los entornos patrióticos cubanos que motivaron las dos primeras novelas del narrador: La Concordia, Accésit del Premio Latinoamericano y Caribeño Alba Narrativa y El camino de la desobediencia, presentada en La Habana por la Editorial Boloña, aunque la historia sigue siendo el sustrato que alimenta la escritura, más breve y dinámica, asentada en la Europa de la Revolución Francesa.
El libro, ya fue presentado por su autor  en la librería Juan Rulfo, de Madrid, España, para orgullo de las letras granmenses, por “el notable dominio de un relato inverosímil incorporado con destreza a la sangrienta violencia indiscriminada desatada durante los años del Terror -en los que toda perversión imaginada pudo hacerse realidad; y el retorcimiento de la realidad pudo albergar el delirio de un sueño imposible-, en el curso de la Revolución Francesa, así como por su acierto en el despliegue de un sorprendente  continuo diálogo entre la razón y el enigma.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Mayda Castañeda y su bolero en Bayamo



En emotiva noche de homenaje, acompañada por la buena música cubana, devino,  la Peña del bolero que se celebra en los jardines de la bayamesa sede de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) en la suroriental provincia de Granma.
La prestigiosa intérprete Mayda Castañeda Cordoví, con 55 años de vida artística,  resultó agasajada en el popular espacio cultural que tiene por anfitrión al compositor Orlando Quesada Arévalo, Guapachá.
Mayda recibió el agasajo de la Empresa provincial de la música y los espectáculos Sindo Garay, de Luis Carlos Frómeta Agüero, presidente de la Uneac en el territorio y de la Dirección provincial de Cultura, también los aplausos merecidos del público, el mayor reconocimiento para cualquier artista.
Castañeda Cordoví agradeció por ese reconocimiento a tantos años de esfuerzo y lo hizo, de la mejor manera, interpretando temas antológicos del cancionero cubano y extranjero, los que defiende con elegancia y voz inconfundible: Si me comprendieras, 20 Años, De lo que te has perdido, Chica de Ipanema, y otros.
La Peña del bolero contó con el arte de prestigiosos creadores de la ciudad, como Javier Garcés, Luis Millet Yaque, Gabriel Suárez, Roberto Jerez, Andrés Araújo, el dúo Trovacional y la participación especial del Club del danzón.



martes, 21 de noviembre de 2017

Premio Caracol



La discriminación, de Juan Ramírez Martínez, experimentado realizador de la suroriental provincia de Granma, obtuvo el premio José Antonio Aponte, del concurso Caracol, auspiciado por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac). 
Desde el telecentro Cuna de la Nacionalidad Cubana TV Granma, En Bayamo, y con un colectivo  conformado por un historiador  de arte, tres sociólogos y dos periodistas, además del apoyo técnico, se reúnen cada semana para plantear el tema y salir en busca de opiniones, para Criterios compartidos, el programa que cada viernes, y enriquecido a partir  de los patrones artísticos y comunicativos contemporáneos, mueve el pensamiento mientras analiza diferentes puntos de vista de temáticas sociales. 
Los cuatro programas dedicados a la discriminación de género, racial, sexual, y contra la mujer,  llamó mucho la atención de los televidentes a partir de la disertación de una abogada sobre cómo se sanciona ante la Ley ese flagelo en estos días, lo cual no se conoce mucho.  
La mirada cae sobre la depresión de la indiferencia, es irresistible el agravio y el desprecio respirado por ser gordo, homosexual, mujer, negro, de poca solvencia económica u otra carencia o defecto, que los seres humanos se restan entre sí. José Antonio Aponte y Ulabarra fue un criollo negro, hombre libre, carpintero, tallador y ebanista que dirigió la primera conspiración de carácter nacional que registra la historia de Cuba.
J









jueves, 2 de noviembre de 2017

El niño de la cadena




               Cuando el mal es de mangos, no valen
     guayabas verdes.
                                                                    Yo

Corrían los tiempos difíciles de la década de los años 30 del siglo precedente, cuando en la Curva del Muerto, desolado paraje cercano a Bayamo, las familias López y Matamoro decidieron juntar sus vidas en singular acto matrimonial.
Pronto nació el primer hijo al que apodaron Yoyi  y como era tan avispado lo colmaron de bondades, entre estas una cadenita de fantasía, encontrada en el nacimiento del río, cuando la madre lavaba la ropa de la semana.
Como la casa estaba incompleta, el viejo cavó un hoyo detrás de su bohío y, entre una mata de moringa y otra de aguacate, construyó un escusado con tablas de palmas reales, a bajo costo, que luego pintó con lechada de cal, hasta dejarlo “de agencia”.
La situación económica empeoraba en todo el país, pero los padres del niño atesoraban la idea de tener en la familia a un profesional de prestigio y hurgando en las posibles variantes para que entrara en relación con un mejor desarrollo social, recordaron que en Santiago de Cuba ambos tenían familias allegadas.
Establecieron los contactos reglamentarios, le arreglaron la ropa como pudieron y:
-En casa de los Matamoros, residentes en Versalles, 15 días, y el resto del mes, para Puerto Boniato, donde vive mi familia, fue la decisión del viejo. Y sorteando las inclemencias del tiempo, llegaron a “Chago”.
Esa mañana de mayo, una de  las tías lo recibió con espléndida sonrisa y una tanda de mangos bizcochuelos, comió tantos que pronto el pequeño sintió deseos de acudir al baño, solicitó el permiso  y salió al patio en busca del espacio para deshacerse de su urgencia.  
-Jorgito, el baño está dentro de la casa -aclaró la tía más vieja, indicándole el camino.
-¡Ah!, cuando termines, hala la cadena -precisó.
Asombrado, el muchacho penetró en el lugar sanitario, desconocido para él hasta ese momento, tomó asiento en el “blanquísimo trono” y en breve desocupó el estómago, pero mientras pensaba cómo descargarlo.
Luego de varios intentos fallidos por encontrar la solución,  nuevamente la tía le aclaraba desde el comedor:
-Jorgito, para descargar el baño, hala la cadena -insistió con tono dictatorial al apreciar la demora.
Y el chico, obediente, tomó la cadena de fantasía que ataba a su cuello y de un tirón la partió en dos, pero el aliviadero seguía intacto.
Comprendió que no era esa la cadena, hasta que por fin divisó otra pegada al tanque del agua.
-Debe ser esta -y tiró de ella.
Un fuerte chorro de agua se remolinó bruscamente en el interior de la taza, el corazón del niño latía apresurado, los ojos parecían salirse de sus órbitas, pensó que el agua se desbordaría y correría por toda la casa. Entre el alivio y la angustia caviló:
-Mi madre, rompí este aparato.
De repente, el agua volvió a la normalidad, respiró profundamente, secó el sudor de la frente con el canto del pullover y proyectando su voz entrecortada dijo:
-¡Tíaaaaaaaaa… ya acabé!