Una mirada que te acerca al mundo de los escritores y artistas de la provincia de Granma, Cuba.

lunes, 22 de diciembre de 2014

Graban en Manzanillo tema del Congreso anapista



 

Luego de una extensa gira promocional por Martinica y Guyana Francesa, regresó a Granma el cantautor bayamés José Alberto Tamayo Díaz, “El Ruiseñor”, para grabar en Manzanillo, Guajiro, tema de su autoría que preside la campaña publicitaria por el Onceno congreso de la Anap.
Con el arreglo musical de Omar Pupo y la orquestación de la Banda de Cándido Fabré, este Son montuno es interpretado por Ramón Avilés, El Ruiseñor y Fabré, voces que le imprimen al número la frescura y el sabor  de nuestra cubanía.
Con el sudor en la frente
Con el  machete en la mano
Así va el guajiro de Cuba
Así va el guajiro cubano.
El contagioso número va acompañado de un video clip, dirigido por  José Miguel Mena, máximo realizador del estelar Palmas y cañas de la TV cubana, audiovisual  en fase de post producción que próximamente será puesto en pantalla.
El Onceno Congreso de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, Anap, se realizará del 15 al 17 de mayo del 2015 en La Habana y sus debates se proyectarán por elevar los niveles productivos con mayor eficiencia y aplicar las mejores experiencias que contribuyan a fortalecer la economía nacional.

sábado, 13 de diciembre de 2014

Paradigma del buen hacer o el protagonismo femenino



                 
 “Las cosas no caen del cielo”, es un viejo refrán de tiempos inmemorables, es también la imaginería que lleva la muestra personal  del manzanillero Leonel Otero Sotomayor, que hoy te regalamos a través de este espacio.
Se trata de un proyecto intimista, de carácter transitorio, a través del cual  se entrelazan con facilidad la pluralidad de concepciones estéticas y el discurso visual que converge siempre en la figura femenina.
La muestra, integrada por siete obras trabajadas en óleo sobre tela, revaloriza el oficio virtuoso del joven creador y le  avala  el rigor y profundidad presentes en cada una de las piezas de mediano formato.
“Castigo para una adúltera”, “Regalos de Papá Noel” y “Vida”, devienen íconos de presentación para el  artista, que nos sitúa frente al camino de su emblemática obra, continuadora del legado de Víctor Manuel o Carlos Enríquez.
La suavidad de las líneas y el laborioso dibujo justifican  la sensualidad  depositada en  la pincelada perfecta al estilo de los grandes maestros, al tiempo que nos advierte una mirada a la tranquilidad espiritual.
Tal vez por esas y otras razones recurro entonces a las palabras de la  ensayista y crítica de arte Graziella Pogolotti: “No se trata simplemente de lograr una afortunada combinación de líneas y colores, sino de expresar, mediante su lenguaje artístico específico una realidad dada, a partir de una determinada concepción del mundo”.  
Otero es  un creador independiente asociado al Fondo Cubano de Bienes Culturales, colaborador de la Uneac, integrante del proyecto de Artes Plásticas TecnoArte, cuenta con varias exposiciones  colectivas y su obra forma parte de colecciones privadas en Cuba, España, Canadá, Italia y Colombia.          

 

jueves, 11 de diciembre de 2014

Poderoso caballero no es Don dinero



    Siempre volvía a la misma hora, con un ramo de flores que regalaba a la                            
     primera mujer que pasaba.                                        
                                                                                                      Eusebio Leal



Llegué  a la capital cubana estropeado por desigual combate contra un “molino de viento” chino,  el asiento delantero de la Yutong bus, en el que viajaba, me llevó oprimido durante casi doce horas, recurrente tema del cual no pretendo hablar en esta ocasión.
Luego de una breve sesión de estiramiento muscular necesario decidí “andar La Habana”, pero sin Eusebio Leal y de inmediato  me lancé a disfrutar los innumerables encantos que atesora la emblemática ciudad de portales y murallas.
Sin proponérmelo llegué hasta  la Basílica Menor del convento de San Francisco de Asís, a  unos pasos de allí, en la acera, una estatua en bronce me daba la bienvenida: 
-Os nombro reportero imperial, pero… ¡escribe de mí en La Demajagua!- parecía exclamar José María López Lledín, (El Caballero de Paris), andariego personaje de pelo castaño oscuro encrespado y mediana estatura,
Cuentan que  nació en la mañana del 30 diciembre de 1899, en la aldea de Vilaseca, provincia de Lugo, España y  que llegó a La Habana el 10 de diciembre de 1913 a bordo del vapor alemán "Chemnitz". Desde ese entonces anduvo con la cabeza llena de  fantasías y amores frustrados.
Trabajó como bodeguero, vendedor de libros y  de flores, sirviente en restaurantes  y  hoteles de primera categoría, hasta que en 1920 fue arrestado y remitido a la prisión del "Castillo del Príncipe" por un crimen que no cometió.
A partir de ese momento perdió su facultad mental, autodenominándose "El Caballero" y como decía que La Habana era “muy parisién” el populacho cubano lo bautizó como El caballero de Paris, así comenzó a deambular por las calles de la Habana, acompañado ahora por la inseparable esquizofrenia que nunca le arrebató los valores humanos y morales que atesoraba.
Dicen que en cierta ocasión, junto a otros conocidos personajes callejeros capitalinos de su tiempo, fue invitado por Gaspar Pumarejo, fundador  de la TV cubana, a servir como jurado en su programa en vivo "Escuela de Televisión". Al finalizar el espacio, el directivo de la planta quiso regalarle veinte pesos a cada uno de los miembros del panel, cuando le tocó el turno al “Caballero”, este respondió:
- Ni mis sentimientos ni mi alcurnia  permiten aceptarle ese dinero, señor.
-Cójalo, por favor, si lo desea puede donarlo a la Casa de Beneficencia- precisó el promotor del  canal-, a lo que "El Caballero" respondió:
-Bueno, está bien, vamos a donarlos... pero ¿qué hacen entonces los ricos y el gobierno, que son los que deben atender a la Beneficencia? Nuestro aporte será  una limosna y no está bien que los niños de ese lugar tengan que recibirlas.   
Una estatua de bronce de tamaño natural, creada por el escultor José Villa Soberón, eterniza hoy la controversial imagen de aquel quijotesco personaje que a pesar de su locura, mantuvo la honradez hasta el final de sus días.   
Murió a la 1:45 a.m., el 11 de julio de 1985 a la edad de 86 años. Inicialmente, fue enterrado en el cementerio de Santiago de las Vegas en La Habana. Según el articulo de Agence France Presse, sus restos fueron exhumados por Eusebio Leal, el historiador de la Ciudad de La Habana, y transferidos al convento de San Francisco de Asís (ahora una sala de conciertos y museo), su presente lugar de descanso.





martes, 9 de diciembre de 2014

Mamífero nacional




                                                            El peor cerdo se come la mejor bellota.
                                                                                                           Anónimo


Pocos conocen que el primero en nombrar al cerdo, como  mamífero nacional, fue  el  profesor Vicente Berovides, uno de los grandes defensores del medio ambiente cubano y no el grupo Buena Fe con Eliades Ochoa, como algunos sustentan.
Imagino que tal postulado germinó en el discreto humor criollo del referido catedrático y en nuestra  incondicional preferencia por la exquisita carne del marrano,  verraco,  cochino,  macho o  ñaero, calificativos de  ese animalito, que a pesar de su familiar presencia, no es ni endémico, ni autóctono de Cuba.
Era costumbre de los conquistadores plantar semillas y dejar crías en los territorios habituales de sus rutas, para asegurar  alimentos en el futuro, imagino que esa reiterada acción estimuló la renombrada frase: ”guarda pan pa mayo y maloja pa tu caballo”
Así de sencillo llegó el “chancho” a nuestro país  y no a través de los revendedores o carretilleros habituales.
A veces  preguntamos, ¿por qué el cerdo camina con la cabeza agachada?, en honor a la verdad, debe ser por vergüenza, sobre todo al conocer el elevado precio que la mayoría de esos negociantes imponen cada día a sus carnes! Afortunados quienes logran desarrollar tales habilidades!
Contradictoriamente digo esto porque en cierta ocasión, al ponerse en boga los DVD, pensé en comprar uno, pero como el dinero no me alcanzaba,  invertí  en un ejemplar lo poco que tenía, para duplicar así la economía. 
Pasé varios meses alimentando como pude a “Servilio” y en pocos meses lo llevé a un mercado agropecuario para venderlo, pues la mayoría de los vecinos  coincidían en que aquel “bicho”, parecía un sijú platanero: viejo, feo, anunciador de mala suerte y de bajos ingresos personales.
El dinero llegó rápido a mis manos, con una salvedad: acababa de perder sesenta y seis pesos en el pesaje, se me cortó la respiración y  juré, bajo férrea sentencia, no criar más.   
Conozco a muchas personas  que se las ingenian para tener siempre a mano un cabizbajo en venta, especie de escapada perfecta, recreada a través de la picaresca nacional:
Cuenta mi amigo “El Cheque” que un inspector de Higiene y Epidemiología llegó a su casa  tras conocer su dedicación como  criador de “machos” y con toda intención le  preguntó:
-Compañero ¿cómo mantiene  a esos sementales?
-Con las sobras de la comida- contestó el productor.
-Mal hecho, la Sociedad Internacional Protectora de Animales prohíbe esa acción, usted deberá pagar  una multa de quinientos pesos por mal alimentar a sus cerdos. -sentenció el inspector.  
Al cabo de dos meses el fiscalizador se personó nuevamente al lugar de los hechos con similar interrogante:
-¿Actualmente qué les da de comer a sus cerdos?
Y el “Cheque”, pensando en la multa anterior le dijo:
-Bueno… primero le suelto  un plato de potajes colorados bien calenticos… luego un entremés de jamón y queso, y de postre, un flan de leche.
-¡Sigue usted con las mismas barbaridades!- exclamó insultado el verificador- .Mire, ahora la multa asciende a seiscientos pesos, sus cerdos están mejor alimentados que cualquier ser humano.
Pasados tres meses de aquel incidente, volvió el inspector con la misma cantaleta.  
-Por favor, camarada, ¿cómo marcha la alimentación de sus crías?
Y mi amigo, pensando en el excesivo recargo monetario, precisó:
-De lo mejor, por las mañanas le doy cinco pesos a cada uno y ellos se  compran  lo que les da la gana.                                                                                                                                                            
 Cualquier coincidencia es pura semejanza, o viceversa.