Una mirada que te acerca al mundo de los escritores y artistas de la provincia de Granma, Cuba.

domingo, 26 de enero de 2020

Un guerrillero entre bambalinas



Escenario poco iluminado. Sentado sobre un taburete el actor enciende un tabaco con la mecha del candil y ajustándose el sombrero de yarey se apresta al monólogo:  
¡Claro que nací en La Caridad del Sitio, compay!, pueblo cercano a San Germán, en la provincia de Holguín, pero me trasladé a El Caney de Las Mercedes, en la Sierra Maestra, donde trabajé en el comercio.
En los ratos libres participaba en una especie de brigada artística de teatro, música y danza, que ofrecía actividades culturales por todo el lomerío.
Recuerdo que por el año de 1965 Walter Ferrá, entonces coordinador de cultura de montaña y Nicolás Yaque, instructor dramático, me seleccionaron   para estudiar teatro en una escuela emergente, en Minas de Frío, tres años después regresé graduado y a partir de ese momento no he parado ni para coger un 10, como dicen ahora. 
(Al público) ¿Acaso lo duda?, pues mire, en cierta ocasión mientras actuaba en el teatro Terry, de Cienfuegos, el destacado teatrista Antonio Bebo Ruiz y Julio Capote Kau, creador de la agrupación Mimo Clan, me eligieron para integrar el Grupo nacional de pantomima y a la vez especializarme en Dirección Teatral. ¡Vaya sorpresa!, un  guajiro estudiando en La Habana. (Sonríe iluminación total del escenario)
En la capital cubana, me tiré una foto en el Capitolio, para dejar constancia de aquello, matriculé en la Escuela nacional de instructores de arte y junto a varios  mimos, trabajé en diversos escenarios, en la televisión  y recorrí casi todo el país.
Pasaron los años y llegué a Santiago de Cuba para formar parte del equipo técnico asesor, en la antigua provincia de Oriente: impartí cursos, formé un grupo teatral en la Universidad, otro en Palma Soriano y en Jiguaní el colectivo Kathakali… en fin, el diablo encendío. (Lanza una bocanada de humo y prosigue)  
¿Tiempos memorables?, los de Manzanillo. (Suspira hondo) Todo fue diferente, y digo esto porque trabajé bajo la dirección de Antonio Sánchez Machado (Ruco), un excelente promotor natural, como no he conocido otro jamás.
Todo un personaje del cual aprendí los secretos del encargo comunitario de la Casa de cultura local, la primera del país.
Allí formé colectivos teatrales juveniles, estudiantiles y obreros, con los cuales recorría  importantes locaciones cubanas y hasta  me estrené  como director artístico en una comparsa.
Pero mi peregrinar por la vida no termina ahí, en 1976 me solicitaron como profesor de dirección teatral, expresión corporal y pantomima en la Escuela de instructores de arte, enclavada en la Unidad 11 de El Caney de Las Mercedes y analizando la posibilidad de acercarme a la familia, acepté.
Al poco tiempo trasladan al centro para El Yarey, en Jiguaní y  allá fui, ¡qué cará!, aunque breve, pues me interesó el naciente Colectivo Teatral Granma, que no integré pero me abrió las puertas  del Centro Vocacional de Arte para capacitar a un  grupo de jóvenes, muchos de los cuales integran hoy el movimiento teatral granmense.                                             
Después me nombraron metodólogo provincial de Teatro, en el Sectorial de Cultura y fundé, en Jiguaní, el encuentro Paco Alfonso, en el que concentrábamos anualmente a todos los grupos municipales, una experiencia que duró 11 años.
En 1991, presidí el Consejo provincial de las artes escénicas y fundé el proyecto sociocultural comunitario itinerante Guerrilla de Teatreros, que el venidero 20 de marzo cumple 29 años, idea trascendente para compartir social y profesionalmente mi labor con quienes han enriquecido mi vida.
(Al público) ¿Que si atesoro reconocimientos? ¡Muchacho!: (Enumera) Del Esfuerzo, la Victoria; La utilidad de la virtud, conferido por la Sociedad cultural José Martí; el Premio del Barrio; Somos patrimonio, del Convenio Andrés Bello, de Colombia; Los zapaticos de rosa, de la Organización de Pioneros José Martí; Colectivo Vanguardia nacional durante 16 años consecutivos…
El teatro es la mayor posibilidad que he tenido para transmitir valores humanos, comunicarme con muchas personas a la vez, de sentirme feliz al interpretar personajes históricos, como Carlos Manuel de Céspedes, Máximo Gómez, Perucho Figueredo, por ejemplo, cuando  lo interpreté en Dos Ríos y en Playitas de Cajobabo.  
Al sumar todo eso, te das cuenta entonces que eres privilegiado en el mundo artístico (Proyecta voz y enfatiza)  y como ser humano también, eso lo aseguro yo. He dicho. (Mutis)   
El telón se desliza sobre el proscenio mientras el público agita  sus palmas vitoreando sin cesar al protagonista. Afuera, otros esperan por la próxima función.





sábado, 25 de enero de 2020

Analizan trabajo de la Egrem Bayamo



Un llamado a ofrecer mayor visualización a los espacios de pensamiento artístico y garantizar la permanente comunicación y promoción de la obra institucional, formuló, en Bayamo, Mario Ángel Escalona Serrano, director nacional de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (Egrem), durante el balance anual del referido sector en la suroriental provincia de Granma.
El directivo reconoció el trabajo de la filial bayamesa como la de mayor aporte del país en la llamada Carta de Liquidez (CL) durante el pasado año, abanderada también en los espectáculos y en la lucha por eliminar los flagelos contaminantes de la penetración ideológica que pretende distorsionar nuestras raíces.
Precisó Escalona Serrano la necesidad de culminar este año el proyecto Bayam, potenciar acciones dirigidas a niños y a adultos mayores, mejorar las condiciones del Álbum café, incluidos su nuevo local, mobiliario y lencería, para promover la música cubana con una política cultural coherente.  
Fortalecer diferenciadamente la programación, insertar los intereses de la Uneac, la AHS, la FEU y la Feem, preservar la  ética que debe regir al momento de subir al escenario, buscar formas novedosas para transmitir cultura, buen gusto e  imagen y continuar en la preparación técnico-profesionl del personal, fueron intervenciones evaluadas con igual intensidad en el encuentro.
Los artistas invitados agradecieron la acogida y tratamientos de sus presentaciones y solicitaron, a la vez, nuevos espacios, incluyendo a la ciudad de Manzanillo.
Trabajadores con meritoria labor durante el 2019, encabezados por Armando Rosabal Benítez, director de Bayamo Egrem, recibieron estímulos.

viernes, 24 de enero de 2020

Dan a conocer Premios de teatro Miguel Benavides



Los teatristas de la suroriental provincia cubana de Granma estuvieron de fiesta este 22 de enero, cuando el Teatro Bayamo descorrió las cortinas para festejar, junto a su público, el Día del teatro cubano, dedicado a la primera actriz y profesora Rayda Alfonso Antúnez y a los 40 años de creada la Sala José Joaquín Palma, premio especial a la Excelencia colectiva. 
Un amplio recorrido por el drama y la comedia mostró la gala cultural dirigida por José Alberto Ante, ocasión en que se dieron a conocer los premios a la Excelencia interpretativa Miguel Benavides, en el período de noviembre de 2018 hasta igual mes de 2019.
Considerando el desempeño integral dentro de las diferentes muestras presentadas en la referida etapa, el jurado, presidido por Norberto Reyes Blázquez e integrado por Sandra Delgado Valdés, Juan González Fiffe y Fernando Muñoz Carrazana, decidió otorgar el referido lauro en actuación femenina a Claudia Deyanira González Martí, del Teatro Andante y en el orden masculino a Nicolás Felipe Torres Pérez, actor del Colectivo Teatral Granma.
Los reconocimientos fueron entregados por Bladimir Rodríguez Zambrano, jefe del departamento Ideológico del Comité provincial del Partido y Lorianne Rodríguez  Batista, directora del Sectorial de Cultura, quienes compartieron el emotivo momento junto a los colectivos invitados.
El referido lauro, dirigido a estimular y reconocer anualmente a actores y actrices profesionales del territorio que sobresalen por su calidad técnica y capacidad creativa, fue  instituido en el 2016, por el grupo Alas D´Cuba, con el auspicio del Consejo provincial de las artes escénicas , en honor al actor manzanillero Miguel Benavides (1939-2008).  
Benavides trabajó en importantes obras teatrales, como María Antonia, Ocuje dice a Martí, Divinas Palabras, La Chacota, La Piedra de Elliot, La Celestina… Incursionó también  en los seriales televisivos Hermanos, Cuando el agua regresa a la tierra, y Salir de Noche; en el cine dejó su impronta en los filmes Cecilia, El otro Francisco, Ustedes tienen la palabra, El retrato de Teresa, La primera carga al machete…
De esta forma culminó Granma, la jornada Villanueva, por el Día del teatro çubano, que desde el pasado día 19  invadió las principales salas de Bayamo.

¿Y la dieta pa’ cuándo?



No hay amor más sincero que el amor por la comida.
Anónimo
Hace unos días la vieja Inés, que no fuma tabaco ni toma café, por prescripción facultativa, dijo, en la feria del barrio, que para bajar de peso lo mejor es comer cinco manzanas al día y escuchar tres pitazos del tren habanero en ayunas.
Como Sebastián quería llevar un estilo de vida saludable, acogió la receta, pero la abandonó rápidamente, por lo excesivamente caro de la fruta con la que Eva provocó a Adán.
Siguiendo el precepto, todo lo que sube, baja, miraba, una y otra vez, en el espejo de la sala, su abultada barriga, quería recuperar la figura corporal de los buenos tiempos cuando las chicas le piropeaban al pasar.
Su empeño era adelgazar y sentirse bien, por eso se acogió a la fórmula del rezo, muy sencilla y sin costo  adicional en divisas.
Antes del desayuno, almuerzo y comida, solo debía decir con los dedos de la mano derecha cruzados; Santa virgen de Artiga, que la comida no me engorde la barriga.
Al percatarse de que aquella bobería tampoco funcionaba, le dio agua al asunto.
Fue entonces que apareció su viejo amigo Pepín, quien luego de una conversación extensa alrededor del asunto, le sugirió:
-Para desaparecer la barriga pronto, lo más aconsejable es la dieta del limón.
En breve desistió, ante la escasez del referido cítrico.
Al conversar con su barbero Hipólito, apareció una nueva propuesta:
-¡Muchacho!, para adelgazar lo mejor es hacer la dieta  del vino tinto y el jamón, te aseguro que es un cañón, no falla -aseguró el fígaro, mientras deslizaba la afilada navaja sobre la barba de pocos días, pero tampoco le hizo swing, por lo encarecido de los productos.
Durante todo ese tiempo, no faltó el criterio alentador de su amiga Catalina, la que perdió el guayo en la cola de las yucas, quien a manera de broma le dijo:
- Mira, Sebastián, no cojas lucha con tu panza, es solo tratar de entender el asunto químicamente, si el 60 por ciento del cuerpo humano está compuesto por agua… entonces no estás gordo, estás anegado, ¿comprendes? -y prosiguió con el sermón:
-Apuntan los especialistas que el agua adelgaza, porque reduce la cantidad de grasa almacenada en el cuerpo, cuanta más agua tomes, mejor será para tu cuerpo.
-¡Pues a beber agua! -expresó el interesado.
Al otro día, amaneció con tanta hambre, que no paró hasta el restaurante especializado en comidas italianas: tres pizzas, dos gripellas y un espagueti de jamón y queso, fue el pedido a la carta.
Llegó a la casa harto de placer, estaba cansado de recetas y criterios fracasados para bajar de peso, se acercó al espejo, levantó el sobredimensionado pulóver que disimulaba su voluminoso abdomen y poéticamente declamó:
-Te quedarás así, barriga mía, te quedarás hasta el final de mis días…
Abrió el bolso de naylon que le acompañaba, sacó una superhamburguesa y persignándose exclamó:
-¡Al que Dios se lo dio…