Motivado por las formas y los colores
estudió en la Escuela profesional de artes plásticas José Joaquín Tejada, de
Santiago de Cuba, y luego en el Instituto Superior Pedagógico Blas Roca
Calderío, de Manzanillo, de donde egresó en 1992 como Licenciado en Educación
Plástica.
Fundador del Comité municipal de
la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, en la Ciudad del Golfo, y su actual
presidente, festeja por estos días el recibimiento de la distinción Aniversario
XXX de la Uneac:
“Recibir esta gentileza del
Comité provincial de nuestra organización es un estímulo que mucho agradezco,
jamás pensé que 30 años después de la fecha fundacional de la Uneac en Granma,
recibiría, junto a otras personalidades de las artes, la placa que eterniza a la
intelectualidad granmense”.
-La entrega de la distinción coincide con la celebración de tus 45 años
de vida artística…
-Sí, una feliz coincidencia que
estoy festejando con mi expo personal número 19, denominada Cruces, símbolo que
define el bien y lo malo, yo lo tomo por
el lado positivo, aunque es lamentable que en muchos países del mundo otras
personas lo hagan contrariamente.
-Este año también recibes una sede de la Uneac renovada recientemente, ¿acaso
otro homenaje?
-Pienso que sí, pero esta vez
dedicado a toda nuestra membresía, un acontecimiento que jamás imaginé
sucediera en tan corto tiempo, con el apoyo de las máximas autoridades gubernamentales.
“Tenemos una institución
prácticamente nueva, con equipo de audio propio, luminarias Led, un escenario
techado, para proteger las presentaciones
del talento artístico, todo pintado con intencionalidad y buen gusto”.
-¿Colores preferidos?
-El azul, porque es el color del
mar que tanto disfruto, de la distancia
que me llena la memoria de mis ratos felices en mi pueblo, por sugerir
grandeza, tranquilidad, profundidad… y por ser una especie de sedante, desde el
punto de vista psicológico.
-¿Es por eso que tus obras llevan en su interior estos fundamentos?
-No hay casualidad, el mar es
azul y me sugiere siempre nuevas ideas: Solo el mar es el mar, Litoral, Monólogo
del pez ante el espejo, Escamas…son títulos de mis temas, trabajados casi
siempre en acrílico sobre lienzo.
Este inquieto pintor
abstraccionista, de espesa barba y mirada asiática, naturalizado en Manzanillo,
disfruta el legendario Pinilla, sus sandalias sin medias, el último cuento
entre amigos, la amistad medida, pero sincera, los premios recibidos en
diferentes eventos y el sentido de los proverbios.
Por eso, equilibrando el respeto
de su tendencia de estilo, con el buen sentido del humor que profesa, le digo: ‘Compadre,
lo malo de la pintura abstracta es que hay que molestarse en leer el título de
los cuadros’.
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