El amor y la tos no pueden ocultarse.
Anónimo
Cuando Francisco Pancho se aferra a un concepto, hay que darle candela como el
macao para que suelte, costumbre tan añeja, como los años que lleva de
economista.
Por estos días el contenido referencial de su cotidiano discurso es el dopaje, de
manera que en medio de la última asamblea de su delegación de base, abordó el
tema en improvisado discurso:
-Bien, compañeros-, dijo limpiándose la garganta
frente al auditorio, no podemos marearnos en el esclarecimiento del debate
popular y lo hago con la confianza de opinar por el bien común, y prosiguió:
Discrepo en que el dopaje es solo aplicable a los deportistas, ¡puro cuento!, díganmelo a mí
que llevo más de 50 años de ver barbaridades “a pululo”, unas con balas de
salva y otras, ¡trazadoras!, como dice el viejo Ruperto. ¿Acaso lo duda?
Es verdad que el dopaje proporciona a los atletas súperpoderes durante
una competición, sin embargo dejamos a un lado a ciertos personajes que también practican, desde
hace mucho tiempo, tan nocivo hábito.
Así aparecen el carnicero que de un solo tajo
despacha el pollo o cerdo a su favor, el café de la bodega “dopado” por el
chícharo, mientras ciertos decisores cierran los ojos para no ver que cualquier
tipo de queso, en las pizzas y los espaguetis cuestan igual.
¿Y qué me dicen del ron a granel y el sellado
también, las cervezas y refrescos bautizados con agua “bendita”, de dudosa
procedencia o a quienes se les recuerda
el vuelto para que lo devuelva?
-¡Permiso!, solicitó uno de los asistentes, ¿y las
viandas asignadas para las personas con dietas médicas, que llegan y jamás se
anuncian, o los productos agrícolas pasados de tiempo y ofertados como de
primera en los puntos del agro?
-Compadre…¡eso es dopaje!, variante nacional, tipo H
uno, virus que incluye el expendio de frutas y viandas maduradas con productos químicos adquiridos
mediante vías no formales,¿comprendes?,asociadas a la venta de harina de maíz,
con tusa molida, alternativas locales al por mayor, que recorren nuestras
calles con tremenda impunidad, ¿te das cuenta?
Dopados se encuentran también, algunas “paladares”
con precios asfixiantes y determinados trabajadores por cuenta propia que no
admiten pagos en cheques, pues el cobro
efectivo no cuenta en el fisco.
Si bien el Comité Olímpico Internacional establece
la necesidad de estrategias contra el dopaje para preservar la salud de los
deportistas, sería oportuno aplicar la variante nacional y acabar con este tipo
de prácticas consideradas también de alto riesgo para los humanos y sus
bolsillos.
Una pieza clave dentro de este sistema antidopaje, lo constituye el
inspector, ¿recuerdan esta asignatura? Sucede entonces que desde el momento en que el referido factor entra en
juego, con el inseparable portafolio incluido y decide “probar la manzana”,
inmediatamente se desactiva el sistema,
pero queda dopado en sangre para el
resto de su vida. ¡He dicho!
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