Los invitados decidieron compartir el escenario con agrupaciones de la provincia y el público agradeció la variedad sonora resultante de la iniciativa. Junto a los consagrados intérpretes, el conjunto de música antigua Exsulten, el dúo Transparencia y el quinteto femenino Entre cuerdas, colmaron con sus melodías las salas del Museo provincial Manuel Muñoz Cedeño, y brindaron excelentes propuestas del pentagrama universal.
D’accord, procedente de la capital del
país, mostró sus aciertos en el empaste de los instrumentos y deleitó al
público con los contrastes entre las obras de Rossini, y de los compositores
cubanos Eduardo Morales y José María Vitier. Durante la cita, Exsulten estremeció a los
presentes con las piezas Si dolce é il tormento, de Claudio Monteverdi; y las
arias de Friedrich Heandel, Ombra mai fu, y Da tempeste il legno infranto, en
las cuales sobresalió la interpretación de la vocalista Tatiana González
Echeverría.
Entre cuerdas, mereció elogios por llevar
al formato de cuerdas (integrado por guitarras, tres y laúd) composiciones como
Cantos guajiros, de Jesús Ortega; Zapateo, de Efraín Amador y el Ave María, de Shubert, disfrutadas en esta
ocasión.
El dúo Transparencia también se integró a
la función con sendas obras de Camillet Saint-Saens y Capricho, de Alfredo Diez Nieto.Vicente Monterrey, solista del Centro
nacional de la música de concierto, dijo sentirse sorprendido al ver a músicos
de primera línea en el territorio.
“Ojalá otras provincias y hasta en la
capital hubiera un movimiento así, con esas ganas de hacer”, aseveró el
maestro.
Marita Rodríguez, quien es profesora del
Instituto Superior de Arte, consideró que hay mucho talento joven en la ciudad
de Bayamo, y festejó que exista esa promoción hacia la música de concierto.
Además, comentó, que le llama la atención
que las agrupaciones elijan partituras complejas y no se vayan por el camino
fácil.
También detalló que le atrapó el quinteto
femenino Entre cuerdas, por ser inusual, y al mismo tiempo factible como
concepto general, con instrumentos tan cubanos.
Ambos artistas ofrecieron una clase
magistral en la Escuela profesional de arte Manuel Muñoz Cedeño y agradecieron
la invitación a Granma.
Tal vez, que el intercambio entre estos
grupos fuera allí, en la antigua casa del músico bayamés, orquestador del Himno
Nacional, hizo más grato el encuentro.
Es una experiencia que bien podría
repetirse en otros momentos del año y promover así los excelentes proyectos que
atesora la provincia.
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