-Guajirooooo…echa pa’ acá. Y comenzó el guateque.
-Regresa de La Habana con el premio La voz
masculina más popular de Palmas y cañas en el 2016. ¿Lo esperaba?
-Fue una sorpresa, llevaba dos años nominado, hasta que los televidentes
dieron su aprobación discutida entre los artistas élites del programa.
“Es la primera vez que este premio sale de La Habana, justamente el mismo
día en que nuestro equipo de béisbol se coronó campeón, por eso también se lo
dediqué a los Alazanes, que más allá del alegrón, nos levantaron la autoestima,
el patriotismo y el sentido de pertenencia”.
-¿Cómo valora su
reconocimiento?
-Algo extraordinario, porque me lo otorgó el pueblo de Cuba, en el
programa televisivo más longevo del país
y, además, reconozco la valía y calidad de los que allí se presentan.
-Dicen muchos
televidentes que cuando usted sale a escena, “sube el voltaje” del programa.
-Debe ser por mi forma de guarachar
e interactuar con el público, disfruto cantando, pero me compromete a buscar
siempre un tema nuevo y de impacto.
-¿De qué forma
entra al catálogo de Palmas y cañas?
-Para el XI Congreso del campesinado cubano, compuse el tema Guajiro; profundizo
tanto en el corazón de la gente de campo, que se tornó obligatorio en mis
presentaciones. Comenzaron a llegar cartas y correos electrónicos al programa,
solicitándome, y yo los complacía, eso estimuló mi presencia y por esa vía
entré al catálogo.
“Hoy comparto con otros artistas estelares que tienen una obra
consagrada, como El Jilguerito, María del Carmen Prieto y otros, que el pasado
año fueron nominados al premio”.
- Hoy hay mayor
presencia de artistas granmenses en Palmas y cañas. ¿Influyó usted en ello?
-Yo no tengo la llave, pero sí el mecanismo para conversar, proponer y
que consideren mis ofertas, por eso les abrí las puertas a Arturo Jorge y a su
grupo, con excelente acogida.
“Ahora está invitado Bororó y su Re Mayor, a quienes los esperan con los
brazos abiertos, en tanto Manolito y su Tira y jala buscó la fórmula, se abrió
paso y entró a la TV,
de manera que la representación
granmense ha crecido notablemente”.
-¿Qué significó
el 2016 para la vida artística de El Ruiseñor?
-Una etapa formidable, trabajé con Buena vista, Mi son entero,
agrupación con la que representé a Cuba en giras internacionales y actué en
Varadero.
-Es el
compositor que más le ha cantado a los congresos.
-Llevo muy dentro el compromiso eterno con mi país, tengo a la patria
tatuada en el alma, al igual que a Bayamo, mi patria inmensa.
“Ese mismo amor lo comparto con las organizaciones políticas,
gubernamentales, de masas y culturales que trabajan por el desarrollo de Granma,
por eso compuse el tema Setenta que no
son diez, como presentación del
Congreso de la Central
de Trabajadores de Cuba, en su
aniversario 70 de creada.
“Luego grabé el del cónclave de la
Federación de Mujeres Cubanas y también el que
presidió el XI Congreso del campesinado.
“Estoy convocado para nuevos certámenes y por ahí andan sus letras”.
-Proyecciones
para el 2017.
-Existen muchísimas invitaciones para integrar agrupaciones radicadas en
la capital del país y no he querido, me llena de satisfacción estar en Bayamo.
“Por el momento, continuar en el programa Palmas y Cañas y
grabar un disco con canciones relacionadas con el trabajador de la tierra, que
vive en el campo.
“Tengo solicitudes de actuaciones por Europa, Venezuela y algunos
pueblos de Centroamérica, mediante un proyecto que defiende mucho lo cubano,
patrocinado por el Instituto Cubano de la Música”.
-Pretensiones.
-Actuar, junto a otros artistas de primerísimo lugar, en el surco con
los hombres que hacen la zafra, porque esa tarea es de todos y el deseo de retomar
una peña o cantar en algún lugar de la provincia donde pueda interactuar con mi
público.
Se impone la despedida, afuera nos absorbe el apacible Bayamo y, aunque es invierno, el calor de su pueblo
calienta el alma de quienes sienten el compromiso de defender con su obra lo
bello.
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