Para los
seguidores de las artes plásticas en Granma, cada edición del Salón provincial
Julio Girona in memoriam, de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac),
deviene espacio de reflexión necesaria, dada la creciente participación de creadores
locales.
En su
intento por apropiarse de nuevas técnicas y discursos con temas y problemáticas
actuales, los concursantes asumen con rigor profesional el mayor evento de las
artes visuales de la Uneac, esta vez, en su XII edición, con sede en la ciudad de Manzanillo.
Los
laureados pudieron ser más, pero solo tres atraparon el mayor interés del
jurado, premios que en igualdad de condiciones recayeron en las obras: Sin
título, relieve en pulpa de papel, del escultor Wilfredo Milanés Santiesteban;
La espera, pintura de Ramón Quesada Mesa e Imagen reciclada a través de un
espejo mudo, técnica mixta, de Juan Luis Maceo Núñez.
El equipo
evaluador, presidido por Julio Oduardo Castañeda, e integrado por Jesús Diéguez
Fiallo y Yunier Tamayo Sánchez, reconocidos creadores manzanilleros,
otorgaron menciones a:
Consecuencias,
pintura de Jorge Pedro Martín Ochoa, Retrato de Ibrahín Ferrer, del joven
pintor Orlando Álvarez Zayas y Sin título, monotipias de Raine González Torres.
Las nuevas
propuestas ofrecen una mirada vanguardista, de marcada pluralidad de formas y
estilos que fantasean la realidad, en el intento
por fusionar la tecnología actual y el arte.
Si bien
el Salón encamina sus pasos para convertirse en
paradigma de las exigencias de la plástica contemporánea, comparto el
criterio de que el ascenso es
perceptible dentro del movimiento de las formas y los colores en esta región
del oriente cubano.
El camino jamás estará exento de dificultades,
si queremos sobrepasar lo logrado hasta ahora, es necesario despojar la mente
de viejos sofismas y trabajar cada proyecto con intencionalidad, solo así demostraremos
el merecido respeto a Julio Girona
(Manzanillo, 1914-La Habana, 2002).
Entonces,
este creador, dibujante, poeta y narrador, considerado como uno de los pintores
cubanos más conocidos internacionalmente y reverenciado en el salón que lleva su
nombre, permanecerá entre quienes sobrepasan
los límites de la abstracción y lo figurativo.