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lunes, 21 de noviembre de 2016

Alpiste, mijo y Chan Li Po

 



                                   El sabio puede sentarse en un hormiguero, pero sólo el                                                                                    necio se queda sentado en él.
                                                                        Proverbio chino

Corría el año de 1934 cuando de repente un chino “guantánamo-santiaguero”, personaje encarnado por el actor Aníbal de Mar, irrumpió las señales radiales  de la Ciudad Heroica,  a través de las aventuras Chan Li Po, increíble detective que solucionaba fácilmente hasta el más espinoso de los homicidios o tragedias.
La brillante idea  del pródigo escritor Félix Benjamín Caignet,  precursor cubano de las radionovelas y  telenovelas, atrapó a los oyentes de la época quienes simpatizaron de inmediato con la serie  cargada de  acertijos y  figuraciones  e hicieron suya la  recurrente frase que lo inmortalizó:
"Pacieeencia, muuucha paciencia…” expresada, sobre todo,  en momentos tensos de la rutina diaria e insertada en el imaginario nacional, como choteo a lo cubano. 
Hace unos días, mientras organizaba las ideas de esta crónica se me acercó un viejo amigo, con características  similares al personaje radial de referencia. Era Li Po Chol: un flaco jodedor, impetuoso hasta más no poder, de ojos rasgados e impresionantes, bigotes y perilla discretos… quien sin muchas pretensiones me abordó:
-¡Compadre, ahora sí traigo la última en el camino de la alimentación sana y milagrosa!-dijo y continuó: Acabo de leer en Internet que  siete cucharadas de alpiste tienen las mismas propiedades nutritivas que un bistec de vaca.
-¡Tremendo descubrimiento!-contesté- Si realmente es como dices…se acabó el dilema con la “tilapia de potrero”. ¡A comer alpiste!- pensé mientras mi amigo disertaba emocionado alrededor de su hallazgo:
-Mira, el alpiste es excelente para el consumo humano, contiene Omega tres, seis y nueve, resinas, ácido salicílico y oxálico, sustancias nitrogenadas, triptófano, lipasa, vitaminas del grupo B, minerales, antioxidantes, alto contenido de proteínas…
Respiró profundamente y volvió a la carga:"Pero, además, reduce los niveles de  grasa en la sangre, es un excelente antiinflamatorio y  diurético, utilizado con éxito en casos de hipercolesterolemia, previene  la arteriosclerosis, la cistitis, alivia la hiperuricemia, la gota, la  hipertensión arterial y regula el sobrepeso. 
Lo miré algo incrédulo y  riposté:
-¡Afloja, compadre!, que la cucaracha, aunque tenga antenas, no es un televisor.
-Esto es en serio -precisó- pero te digo más, el mijo duplica las bondades del alpiste.
-Entonces… ¿dos bisteces de vaca por cada siete cucharadas?- le solté  sonriente.
-Bueno, algo similar- aseguró mi amigo, torció los finísimos bigotes y continuó su “clase magistral”. El mijo es un cereal energetizante, rico en vitaminas del grupo B (B1, B2, B5, B6, Ácido fólico),  minerales, hierro, calcio, zinc, magnesio, fósforo, potasio, fibra ...
-Repito y no es matraca mía,¡se acabó el dilema con la “tilapia de potrero”!. ¡A comer mijo también!
Parece que a mi amigo no le gustó la forma en que lo dije  y  se retiró. Navegué por la red de redes para verificar lo  escuchado, mientras  recordaba un viejo refrán: Más sabe el loco en su casa que el cuerdo en la ajena.
  

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