Una mirada que te acerca al mundo de los escritores y artistas de la provincia de Granma, Cuba.

viernes, 3 de mayo de 2019

Puchichi, el Juan con todo



“Para que una historia resulte agradable y creíble hay que darle un toque de dramatismo”, me comentaba en el Palacio de Convenciones, en La Habana, el Licenciado en Periodismo Juan Rodríguez Licea, (Universidad de Oriente 1986), durante un receso de las memorables sesiones del Séptimo congreso de los periodistas cubanos.
Por ese entonces, a inicios de los años 90 del siglo precedente,   (Puchichi o el Pucho, da igual),se desempeñaba como diseñador de prensa, caricaturista del periódico La Demajagua y presidente de la delegación de base de la Unión de Periodistas  de Cuba (Upec), la mejor de la suroriental provincia de Granma durante más de 10 años ininterrumpidos.
Supe que el humorismo forma parte de su vida casi desde el momento en que nació, es de esas personas que reciben 10 pesos por guardar un secreto y te lo devuelve con urgencia porque no puede mantenerse callado, así también es de inquieto, fastidiador y bromista.
EL BOCADITO DE CERUTO
Transcurrían los primeros años de 1990, en pleno Período Especial y como en buen cubano “desconectar” era un momento de alegría o maldad para cualquiera, mi compañero, el formatista de prensa Miguel Güell y yo nos dirigíamos al taller del combinado poligráfico José Joaquín Palma, en Bayamo, que además de confeccionar e imprimir el semanario tenía otro objeto social.
Durante  el recorrido comía un trozo de  pan, sin nada en su interior, fue entonces que se me ocurrió colocarle dentro un poco de pegamento 850, blanco y espeso, Miguel introduce un dedo en el pan y lo pasa alrededor de mi boca como si  estuviera comiendo  pan con mayonesa.
Atravesamos el área de impresión y brindamos, pero algunos, conocedores de nuestras maldades se mostraban escépticos… sin embargo,  la cacería continuaba.
En el fondo del área de la guillotina encontramos la víctima, nuestro querido Ceruto: hombre disciplinado, trabajador, serio… le brindamos y accedió, eran las 3.45 p.m. hora muy aconsejable para ingerir alimentos ligeros…
Bastó una sola dentellada parecida a la de un cocodrilo;  al morder, degustó el pegamento  de sabor no muy agradable y se dio cuenta del engaño, sin  poder sacar  los dientes introducidos fuertemente en el  pan  por un lado de la boca se escuchó  la  voz ronca que decía fuerte y claro:
-Puchichi…HP…
Y las carcajadas fueron tantas que a Ceruto no le quedó otro remedio que unirse a la risa de sus compañeros. 
LOS PREMIOS, LA OBRA, EN FIN… EL MAR
El Pucho, como casi todos en el gremio, dice no trabajar para alcanzar premios, aunque, en honor a la verdad, lo disimula bastante:
Premio por la Obra de la Vida Rubén Castillo Ramos.  
Sello Aniversario 50 de la Upec.
Premios gráficos recibidos en Turquía, Brasil y otros recibidos en los festivales de la prensa escrita.
Disfruta a sus anchas al hojear las colaboraciones aparecidas en la Revista Bohemia, en Palante, en el Museo del Humor, en San Antonio de los Baños y en su  blog de humor y reflexión Juan con todo, una de las primeras en difundir la labor de los periodistas granmenses, testigos inseparables de su paso por el fascinante mundo de la información y las noticias.
Aún deambulan por ese espacio virtual sus crónicas costumbristas: Un Gallo con espolón y melón, El rabo de papi Quiqui, varias de sus caricaturas y un montón de personas gordas satirizadas por su ingenio.
Ahora, jubilado, rememora a ratos  las horas interminables en la redacción del periódico, aquellas verdades cotidianas con su toque de maldad, el olor a tinta de imprenta y hasta regaña entre dientes la computadora que un día le arrebató el boceto de papel, las picas y las pautas, porque se acomodaron en el regazo de la vida analógica.





No hay comentarios:

Publicar un comentario