Foto Cortesía del Cieric |
En
el firme de la Sierra
Maestra, donde convergen las provincias de Granma y Santiago
de Cuba, se levanta el Consejo Popular de Victorino, en Guisa, hermoso paraje
que legitima la riqueza espiritual de un
proyecto socio-comunitario que atesora con recelo el quehacer de niños y
jóvenes a través de una mirada
audiovisual vanguardista.
Allí,
entre el empinado relieve y la tupida vegetación tiene la sede el grupo liderado
por Pedro Eriberto Rodríguez Mecías, valioso promotor que materializa el esfuerzo compartido
Cieric-Uneac, empeñado en multiplicar el proceso creativo de las narraciones
visuales.
-¿Por qué Picacho?
Son
pequeñas elevaciones existentes en la Sierra Maestra, es, además, la
imagen de los niños integrantes de nuestro
propósito, esos duendecillos que algún día se convertirán en picos.
-¿Cuáles son las bases fundacionales
del proyecto?
Surgimos
en el año 2008, intencionando la apreciación audiovisual, pues no teníamos
tecnología, a partir del 2012 concretamos la idea con el apoyo de muchos
amigos que prestaron sus cámaras
domésticas.
Por
ese tiempo la Bristol Cónsul
presentó una convocatoria para patrocinar planes de realización con niños,
presentamos la idea y nos seleccionaron por la particularidad de residir en lo más intrincado de la Sierra y realizar, desde aquí, audiovisuales con y
para los infantes.
-¿Cómo fluye la capacitación del colectivo?
Para
prepararlos técnicamente, adapté diferentes talleres recibidos en el grupo alternativo de la
Televisión Serrana, también nos nutrimos, además, de los conocimientos y vivencias aportadas por muchos artistas e intelectuales de renombre que
visitan nuestra sede, incluidos
promotores culturales de procedentes de diversas latitudes.
-Cuéntame del impacto social dentro de
la comunidad.
El
poblado de Victorino se fue motivando y a la vez transformando a partir del
momento en que los campesinos se vieron reflejados en el proceso creativo.
Recuerdo
que una realizadora norteamericana, al concluir la presentación de su
documental, comenzó a llorar porque no
entendía como esos campesinos tan lejos de la ciudad, dialogaban con ella fácilmente
sobre los diferentes planos, el sonido, el guión audiovisual…le resultaba
increíble.
Es
alentadora la familiaridad mostrada por los padres de los niños,
los cooperativistas, el Presidente del Consejo Popular… quienes defienden
y protegen la realización de nuestro trabajo.
-El proyecto instituyó un reconocimiento
denominado Trompo de güira. ¿En qué consiste?
Es
el premio que otorgamos a personalidades de la cultura y a otras con valiosos
aportes a esa actividad del territorio.
La
primera persona en recibirlo fue la cineasta Adela Legrá, una actriz maravillosa,
símbolo de cubanía, la que encarnó a la
mujer campesina en películas como Manuela, Lucía…
Ella
no solo compartió con los integrantes del proyecto, lo hizo también con los pobladores de la zona,
fortaleciendo así el poder y alcance comunitarios.
-¿Aspiraciones?
Preparamos
el Primer Festival del universo audiovisual niñez y adolescencia en la Sierra Maestra, para
promover la riqueza de las expresiones culturales del territorio e influir en
el reconocimiento de sus valores identitarios y éticos.
Nuestros
niños realizarán programas sobre las costumbres de los pequeños en la serranía,
el cuidado del medio ambiente, historias personales… que enriquecerán los vínculos
de ellos con su entorno, materiales que luego se insertarán en la programación
infantil de la Televisión
cubana,
Estas
son algunas estrategias para que los picachos, se conviertan en picos.
Proyecto Picacho, Premio Relevante en la XVI edición de intercambio de experiencias regionales,
celebrado en Las Tunas, del cuatro al seis de junio de 2015.
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