Varias presentaciones de libros, de connotados
artífices de las letras cubanas, resultó la principal motivación para que
escritores granmenses, miembros de la
Uneac, recordarán este 23 de abril el Día del idioma español.
En la sede provincial de los escritores y artistas
del territorio, también se recordó el Día mundial del libro y de el derecho de
autor, fechas que coinciden, ese propio día, con la muerte de Miguel de
Cervantes y Saavedra, el inca Garcilaso de la Vega y William Shakespeare.
Como
homenaje a Cervantes, te presentamos un breve relato de Luis Carlos Frómeta
Agüero, que concursa en el certamen de
narrativa 400 años de El Quijote, auspiciado por ArtGerust, España.
Capítulo LXXV
De cómo Sancho
vendió el chaleco de Alonso Quijano, al que llamaron don Quijote
Conociendo Sancho que Don Quijote murió, y antes de que resucitase, lo despojó de sus ropas a toda prisa y llegó
a Zaragoza con el saco de maldades al hombro dispuesto a vender el chaleco de su amigo.
- No lo necesito, dijo
Nicolás, el barbero de paso por el
lugar.
- Son tres pesos- comentó el escudero.
- Dije que no.- Replicó el fígaro.
Y partió el astuto Sancho hasta la parroquia a promover su malintencionado plan:
-Coméntale a Nicolás que están pagando a buen precio
cualquier prenda de don Quijote -decía a todos- Yo me encargo de lo demás. Ante
el reclamo popular, el referido barbero
salió en busca de Sancho.
-Te compro el chaleco- precisó.
-Ahora vale cinco pesos- puntualizó el escudero- Los precios
suben diariamente- Y en breve sellaron el pacto.
Cuentan que entre viejos libros de historia aún descansa, junto a la ingenuidad del barbero, el chaleco raído de
Don Quijote.
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