Esta vez, la joven saxofonista Biunaiky Jiménez Despaigne impartió la conferencia titulada El son, una especie derecorrido imaginario por este género musical cubano, que fusiona elementos melódicos africanos y españoles.
Un sello de Entre rumba y son lo
constituye el recorrido inicial alrededor del pozo de la institución, mientras
se recrea la fábula en la que Elegguá,
una de las deidades de la
religión yoruba, se invoca y acude al lugar, para abrir el camino al mejor
desempeño de la actividad.
Su anfitrión, Félix Carballo Elizalde,
director de la compañía Grandanza, precisó que en el evento se reflexiona siempre, sobre el
origen y trascendencia de los bailes de salón en la Mayor de las Antillas y cubre, a la vez, el
vacío teórico de lo danzario musical existente en gran parte de la población
bayamesa.
Dijo, además, que el proyecto también brinda
a los asistentes la posibilidad de intercambiar criterios culturales sobre
nuestros ritmos más prominentes y hacerlos protagonistas del baile de pareja que
se aborde en cada ocasión.
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