El pelo rubio encrespado,
los ojos soñadores, la tez blanca y delicada, y su inquietud, envuelven los encantos de esta bayamesa, nacida el 30 de septiembre de 1969.
Mirelys Echenique
Naranjo es una de esas personas que
promueve los inmensos valores humanos que lleva dentro; egresada de la
Universidad de Oriente, en Santiago de Cuba, en la especialidad de Historia del arte, miembro de la
Unión de Escritores y Artistas de Cuba y actriz consagrada, celebra por estos
días sus 28 años de vida artística.
Un pequeño espacio
dentro de sus agitados proyectos es suficiente para el diálogo:
-¿Cuéntame de tus inicios como actriz?
-Había pasado un curso emergente
para instructores de teatro en la casa de cultura de Bayamo, cuando René Reyes,
entonces metodólogo de la especialidad, informó sobre una convocatoria para
integrar el Colectivo Teatral Granma. Me presenté y aprobé.
El 20 de mayo de 1986 ingresé al
grupo y casi de inmediato formé parte del elenco de puesta en escena en El
ingenioso criollo Don Matías Pérez y gravísimos rumores en el cielo, una farsa
dirigida por Norberto Reyes, en la que interpreté un personaje llamado el Ángel
Crepúsculo.
Por ese tiempo, lidié con figuras ya
consagradas como Rayda Alfonso y Nelson Cisneros,
ese mismo año asistí al Festival de teatro de Camagüey, el más importante
dentro de las artes escénicas en Cuba, ocasión en que la crítica especializada
reconoció mi trabajo.
-Como mujer creadora, ¿cuál es tu
filosofía de vida?
-Rechazo el trabajo incompleto,
busco siempre la excelencia, como directora artística siento la necesidad de realizar
cambios en mis montajes luego de estrenarlos, soy muy dialéctica, trato de
expresar bellamente cualquier tema por muy crudo que
sea, es una vieja práctica del pensamiento martiano.
-¿Qué piensas del movimiento teatral
en Granma?
-No escapamos de la realidad y
problemática nacional por la que atraviesan otros grupos con similares
características a las nuestras, la débil promoción está presente; cuando
te enfrentas a la puesta de una excelente
obra el público no asiste y eso es un grave problema.
“Estamos obligados a una renovación
constante, a crear mecanismos funcionales
para atraer al espectador a nuestras salas y espacios, se impone implementar un
estudio sociológico para conocer a fondo los
intereses de nuestra gente y reflejarlos en escena."
-¿Proyectos?
-Compartir mi experiencia docente
con los alumnos de la Escuela Profesional de Arte Manuel Muñoz Cedeño, lo que hago con inmenso amor
desde el 2004, es una acción energizante para
mi vida. Pretendo desarrollar mi trabajo como directora del programa
radial Mundo de leyendas, en la emisora provincial, espacio que adoro como a un
hijo, pues llevo en este 15 años.
“Dedico mucho tiempo a la dirección
de galas y no obstante su carácter eventual, me satisfacen, abordo con
frecuencia el tema de la mujer en toda su dimensión, no restringirme a géneros
teatrales ni a formatos habituales, pretendo que cada espectáculo asuma su personalidad, siempre con la elegancia en el
decir.
“Me gustaría hacer miniteatros en
peñas y lugares alternativos, línea que cultivaré junto a mi nuevo grupo, ahora
en fase de institucionalización, e integrado por dos experimentadas actrices: Yudetxi de la Torre
y Dunia Jerez.
“Estoy contentísima con ellas, ambas
mantienen un rigor y formación profesional muy alto, como actrices y como
personas, que les avalan ese trabajo relevante dentro del teatro cubano
contemporáneo. Pronto compartiremos la escena”.
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